La profundidad del mar nos trae un festival lleno de sabor: el de cangrejo y langosta. El equipo de la cocina del Bankers se ha dedicado a preparar, cada mes, un menú temático variado y en octubre es el turno de los exquisitos crustáceos.
Desde la época de la colonia hay registros sobre el uso de estos mariscos. En aquellos años, la población de langostas era tan numerosa en las costas de Canadá y Nueva Inglaterra, que para los pobladores, el crustáceo no era nada especial. Pero la percepción de los comensales empezó a cambiar cuando los ferrocarriles agregaron este ingrediente a su menú como un producto exótico para los pasajeros. Quienes probaban langosta en los trenes quedaban tan encantados con el delicioso sabor de su carne, que la empezaron a pedir en restaurantes. Así, con el tiempo, la demanda de los turistas llevó a los restaurantes a usar langosta en sus recetas y a los chefs a experimentar con este producto local, hasta que se convirtió en lo que es hoy: un delicacy de la gastronomía en todo el mundo.
En Ecuador, los historiadores aseguran que desde el siglo XVI ya se consumía el cangrejo de manglar “cocinado y con ají”. A punta de tablitas y mazos de madera, los cangrejos criollos se han consolidado como el ícono de la gastronomía guayaquileña.
Con orígenes tan diferentes, estos dos crustáceos tienen algo en común: su sabor enamora a los comensales que siempre quieren volver y volver a probarlos. Durante cinco días del mes —entre el 16 y el 20— nuestros socios podrán disfrutar de una variada selección de platos hechos a base de langosta y cangrejo: diez recetas para elegir. La oferta en este festival es muy variada y más vale que prueben más de una. Los esperamos en este festival dedicado a dos de los mariscos preferidos por los socios.