Silvina Abboud es una mujer acostumbrada a incursionar en espacios que, tradicionalmente, han sido masculinos: hace veinte años, empezó a trabajar como inversionista en bolsa de valores. “Antes eran solamente hombres” —dice— “ahora somos mitad y mitad”. Silvina Abboud —quien se consideraba workaholic hasta que fue mamá— tiene dos empresas, una que compra y vende acciones, papeles y títulos en el mercado bursátil y otra en la que se dedica al mercado de bienes raíces. Recientemente, ha tomado un nuevo desafío:  fue elegida como integrante del directorio del Bankers. “A veces parece que el Club está más enfocado en hombres de negocios, pero también hay mujeres de negocios” —dice la flamante directora—  “Y además es un gran lugar para venir entre amigas, a almorzar o tomar unos coctelitos”.

 

Es cierto que el Bankers siempre ha sido visto como un club de enfoque empresarial masculino, pero Silvina Abboud quiere cambiar esta percepción —y esa será su misión en su período como directora. “Quiero que las socias disfruten más del club. Que se utilicen más las instalaciones que son espectaculares: gimnasio, peluquería, spa, la terraza” dice Silvina, quien tiene una especial predilección por el espacio al aire libre en el piso 34. “En la terraza puedes concentrarte, traer tu computadora, agarrarte del wifi del Club, comer algo, meditar” —recuerda— “Yo empecé a ir porque necesitaba una espacio de silencio y concentración por temas de trabajo, pero me di cuenta que podía aprovechar el momento para energizarme con el sol”. Para Silvina Abboud la terraza del Bankers tiene la ventaja de ser un espacio al aire libre que goza de todos los servicios del Club. Desde ahí, pensará en las formas con las que quiere que las socias aprovechen más el Bankers.

 

La nueva directora del Bankers cree que es el momento de dar ese paso. “Se siente como un club de negocios de hombres, pero ¿por qué no almorzar entre amigas en el Club? Los menús degustación son extraordinarios”, dice Silvina Abboud. Su designación es parte de los constantes esfuerzos del Bankers de mantenerse a la vanguardia e innovar constantemente para sus socios. “Fue sorpresivo que me designasen directora y  no me pude negar” dice entre risas. Recibió una llamada de Eduardo Carmigniani, el presidente del directorio, para hacerle la propuesta. “Entonces le dije cómo así. Y él me dijo, bueno consideramos que siendo tú una persona joven y asidua al club, nos encantaría que te unas al directorio”. Silvina es, de verdad, asidua al Bankers: va al menos tres veces por semana por semana, y además de la terraza, disfruta mucho la cafetería. También ha usado la sala de sesiones y la biblioteca. Con frecuencia, hace negocios en el Bankers. “Me gusta poder decir: en lugar de reunirnos en la oficina a ver algo, qué te parece si nos juntamos, comemos algo rápido y lo conversamos”.  Esa fusión entre ambiente de negocios y estilo de vida es el gran puntal del Bankers.

 

Silvina impulsará más actividades como la cortesía de ostras y champagne. “Mi esposo vino con mi papá”, dice. Ella cree que hay actividades que las mujeres podrían disfrutar, incluso dividiendo las actividades por intereses. “Creo que a las señoras mayores les interesaría tener un té en la tarde, mientras que a las mujeres más jóvenes les interesaría, por ejemplo, un menú degustación especialmente diseñado”. Todas estas ideas, la nueva directora del Bankers —una chilena que llegó al Ecuador cuando tenía apenas tres años—, las tendrá  durante sus frecuentes visitas al Club —quizá mientras atiende a sus invitados de negocios en el restaurante, o mientras respira en la tranquilidad de la terraza del Bankers.