Plan Fidelidad: el privilegio de pertenecer al Bankers

 

Ser socio del Bankers Club de Guayaquil implica de por sí un privilegio. La posibilidad de tener un espacio agradable y adecuado para poder organizar reuniones de negocios, rodeado de personal dispuesto a ofrecer el mejor servicio, es un privilegio. Poder observar desde casi cualquier rincón del Club, un centro histórico lleno de recuerdos, un río que nos acoge, un cielo caprichoso, es también un privilegio. Y por supuesto lo es la gastronomía con la firma del francés Stéphane Richard, que pueden degustar en el restaurante, cafetería o en el comedor privado.

 

El club cuenta además con sala de sesiones, en la que se pueden realizar juntas, reuniones, desayunos de trabajo, etc. Sin ningún costo para el socio; la sala tiene tecnología de punta y los equipos necesarios para comodidad de los asistentes.

 

Los socios también tienen un gimnasio y canchas de squash—con entrenador propio—, peluquería con vista privilegiada y spa, cuyos horarios son muy cómodos.

 

Pero además de todos esos beneficios, nace el Plan Fidelidad. Horacio Chavarría, Director del Club cuenta que esta iniciativa surge con la idea de recordar a los socios cuán importante es su presencia en la vida diaria del Club y premiar a aquellos que más lo frecuentan. Explica que la Gerencia del Club ha diseñado un sistema que registra automáticamente los consumos en las diversas áreas, con lo cual se puede otorgar obsequios especiales a quienes visiten la cafetería y el restaurante con mayor frecuencia; en ese caso, los socios recibirán información de sus premios tanto personalmente como por medio de esta página web.

 

Entre los beneficios del Plan Fidelidad están además de la entrega de una botella de vino reserva por consumos superiores a 400 dólares —durante el mes— en el restaurante, una cena de cortesía para el socio que más frecuente el restaurante y una cena de cortesía para dos personas cuando el consumo mensual supere los 800 dólares, una sesión de spa por seis comidas de buffet caliente, una botella de whisky de doce años para ser consumida en el Club para el socio que lleve a más de veinte invitados a comer en un mes (este beneficio no cuenta para seminarios, capacitaciones y reuniones de trabajo).

 

Bien sea que los socios elijan venir al Club a disfrutar de un momento de relax durante los Jueves de Socios o a cerrar un negocio, las puertas siempre están abiertas; la idea es que cada uno se sienta con la misma tranquilidad y confianza con las que se siente en casa.